Por fin llega a nuestra casa Diego Simancas García, un artista donde la fantasía y el espacio se concitan para desenmascarar la función pertinaz del tiempo. Pero en esta ocasión llega en su condición de maestro de futuros pintores; futuros pintores a los que dedica una reflexión magistral: “Enseñar es una suerte…” .
Una reflexión que amplía con un “enseñar es una suerte y un privilegio inestimable, una relación recíproca que te permite la posibilidad de transmitir a los alumnos tus conocimientos y tu experiencia, a la vez que se aprende de ellos constantemente”.
Y aquí, junto a sus alumnos, lo tenemos para inaugurar una exposición magna; una exposición que se desarrolla, por primera vez, en dos espacios de Fundación CB en Badajoz: Montesinos 22 y Santa Marina 25.
Diego Simancas confiesa que desde niño dibujar ha sido para él una necesidad, lo hacía en los márgenes de los libros, en las libretas de apuntes y de vez en cuando en algún que otro examen; recuerda a su padre diciendo “no ganamos para libretas”. Y ese apadrinamiento y magisterio es el que ha trasladado a sus alumnos y que hoy nos presenta con un cariño desmedido por ellos.
Diego, hoy inauguramos una de esas exposiciones que son parte de tu ámbito de actuación como profesor; pero bien conoces que, desde Fundación CB, anhelamos la exposición de tu obra, aquella que es fruto de un trabajo previo de gran intensidad, variedad y constancia.
Fundación CB Febrero 2024